Para Iñaki... la sensación de vergüenza era algo desconocido; su querido suegro le amparaba, el mero hecho de insinuar que quería algo y se lo daban.
Podría ser el más rico de su poblado... con el carro con más herrajes... con dinero en el bolsillo... pero no; la maldita ansiedad que le ahogaba, le impedía ser feliz... necesitaba más.
Su mujer, de sangre azul, le compró un traje nuevo el día de la boda... el sonrió complacido por el boato y la coba que le brindaban... firmó los votos... pero no los cumplió.
No me vengan ahora con que no lo sabían... mi suegro... mi suegra... toda la familia unida en esto... luego dirán que los españoles... no les queremos... es su sino???... noooo... es su holganza... su poca visión de si mismos... su endémica enfermedad por poseer... su genocida lujuria... sus artes... malas... y sobre todo... sus excusas.
No he oído a nadie defenderlo... porque no tiene defensa... esta vez... su suegro se ha deshecho de el... como hizo con el otro... su suegra... aventando el fuego de la familia... se olvida que le puede prender las faldas.
Todos queremos verlo así... con la que está cayendo y ellos... jugando a ser nobles... cuando lo que son... es patéticos.
ALEA JACTA EST.
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