jueves, 2 de septiembre de 2010

ME ALIMENTE DE HABANERAS Y... EL ALMA ME SUPO A MANGO Y A GUAYABA.



Al atardecer, entre los rumores del mar en los rompientes... tu voz me aparece mas acaramelada que nunca, doblemente impregnada por la brisa y esa luz... que luz que al final no sabes si... es tuya o se la robaste al sol muriendo.

Y me serviste mas... y me miraste mas... y poco a poco... como cayendo la noche... rompiste mis cadenas y me dejaste llegar... hasta donde muere la espuma del mar.

Solo mi guitarra y su cadencia de acordes sencillos... parcos en son... pero inmensamente plenos de ritmo... iban desgranando las primeras notas de la habanera.

Las replicas de los presentes... siguiendo con la cabeza la música y... con el pañuelo en la mano... como batiendo las alas... iban despidiendo la noche en la que... el ron cremat nos inundo por dentro y nos lleno por fuera de nostalgia.

La bella Lola es para eso... para amenizar despedidas... hacerlas lo mas dulces posibles, para eso se pensaron... se paladean adioses y se humedecen los ojos al sentir en nuestras bocas, ese regusto a adios pero con trasfondo a hasta pronto.

Al acabar el verano... te queda durante unos dias en la piel el picor de la sal marina y el yodo, en cualquier caso... con la mirada perdida en el horizonte... siempre recordaras esa Isa cantada en la terraza de cualquier bar de marineros de Gran Canaria en una tarde a la hora del café, en la que se canta con calma y se goza con ansiedad de esos momentos.

LA BELLA LOLA
Despues de un año de no ver tierra
por que la guerra me lo impidió
me fui al puerto donde se hallaba
la que adoraba mi corazon.

Cuando en la playa la bella Lola
su larga cola luciendo va
los marineros se vuelven locos
y hasta el piloto pierde el compas.

Ay que placer sentia yo
cuando en la playa saco el pañuelo y me saludo.

Pero despues llego hasta mi
me dio un abrazo y en aquel acto crei morir.

Despues de un año de no ver tierra
por que la guerra me lo impidió
me fui al puerto donde se hallaba
la que adoraba mi corazon.

Cuando en la playa la bella Lola
su larga cola luciendo va
los marineros se vuelven locos
y hasta el piloto pierde el compas.

Ay que placer sentia yo
cuando en la playa saco el pañuelo y me saludo.

Pero despues llego hasta mi
me dio un abrazo y en aquel acto crei morir.

2 comentarios:

Toñi Sempere dijo...

uhmmmm, pues leyéndote... fué una noche inolvidable eh??
me alegro por ti

DOS CORAZONES EN UNO dijo...

Si, mi querida Toñi... sigue siendo un lujo, solo para los iniciados, el saborear un ron cremat en condiciones; los hay que se contentan con que sea a La Gallega... pero el verdadero cremat... o te lo tomas en isla culebras... o en cualquier rincon de nuestra Costa Brava.. en cualquier caso...celebro haberte conmovido con mis pensamientos.

Cuidate.