jueves, 4 de agosto de 2011
INDIGNATARIOS EN EL OJO DEL HURACAN... INDIGNADOS GIRANDO SOBRE SI.
Existe un trasfondo... patético, rancio y ennegrecido por los malos humos y los malos modos de los que nos dirigen... que se ve venir a lo lejos el tumulto de las gentes que a falta de pan... quieren cabezas; no es de extrañar, que de tanto abusar... nuestros indignatarios... sean pasto de nuestros indignados... si, estos que ahora rebuscan en los contenedores de los supers... se los comerán vivos.
Me da en la nariz, que esto estallara... se volverán a repartir las calles, las esquinas, las barricadas y las armas. No es que sea una revolución de los proletarios, es que para ser un proletario hay que tener trabajo... aquí eso es un lujo.
Uno de los nuestros, lo vi en un programa de esos de tinte pseudo socialista con ínfulas de aquellos mítines en la universidad allá por el 68; un señor octogenario llamando a resistir, a luchar a esta juventud alicaída y menospreciada por los que se lucran de sus cargos para mayor vergüenza.
No es que me importe, pero... o reintegran el orden y van cortando manos a los lucrandos... o a ellos les cortaran las cabezas.
Con esta política de mercadeo de partidos políticos y sindicatos... esta cena de idiotas en la que se sirven los platos fríos y el mas tonto sopla pollas, hay una máxima... trinca lo que puedas mientras dure. Donde estarán esos políticos vocacionales... esas gentes con vocación...formacion y maneras para el oficio mas antiguo del mundo.
No... no hablo de la prostituta, esa santa mujer que suda para llevarse el pan a la mesa... hablo de la política. Esa prostituta de lujo que además de nutrirse a si misma... nutre a su entorno con prebendas y lujos, sin importarle lo mas mínimo la satisfacción de su cliente... todos nosotros.
Si, pagamos a precio de oro a nuestros políticos y nos olvidamos que ellos... además de darnos por donde mas nos duele... les pagamos el servicio.
Bienvenida la revolución a esta sociedad de menesterosos y bienpensantes donde... cada día somos mas tontos del pueblo.
A LAS BARRICADAS.
Uno de los miles de indignados me dijo... CUANDO SALTES LA VALLA, NO MIRES ATRÁS... TE PUEDEN PISAR EL CUELLO LOS QUE TE PRECEDEN.
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