sábado, 1 de octubre de 2011

SIEMPRE ME TIRÓ LA ESCRITURA... LEYENDAS Y AVENTURAS POR EL PLACER DE VIAJAR.


Sábado por la mañana, desayuno en el patio a la fresca, pan integral tostado, puré de tomate fresco con aceite de oliva, medio huevo duro, unos palitos de cangrejo y medio queso fresco y para beber un poleo menta... cortado en la granjeta con vistazo rápido a la prensa del día y...

En uno de esos momentos del día en el que te levantas y te sientas en el trono... a meditar, coges lo primero que tienes a mano y lo hojeas con desgana y de golpe te encuentras con ese escritor que... muy humildemente te ofrece... desgarradoramente su intimidad.

Normalmente, Los mejores artículos están siempre de la mano de diarios conservadores donde... la pluma se aprieta contra el papel... fijando trazos y surcando senderos ya recorridos pero dándoles esa visceral nota que indica los grandes pasos que ese escritor ha dado para llegar hasta ti.

A mi juicio, la prosa salvaje y libre de los jóvenes autores... choca frontalmente con esta camarilla de viejos zorros que con cambiar un trazo... pintan nuevos paisajes, la escritura es sabia... muchisimo mas que la lectura... escribir, te hace libre... pero... prisionero de esas mismas palabras... dogmatizas en ti mismo la prosa... cuando debe ser fresca y sin ataduras.

Leer se hace pues un ejercicio de oxigenación de la mente, las bocanadas han de entrar por todos los orificios del lector... erizar los vellos, sonrojar las mejillas... humedecer los labios por el hambre y sobre todo... sentir como de los ojitos... agotados después de un trasnochador día de trabajo... resbalan lentamente esas gotas de lluvia que te acaba de provocar el no de ella... o el tal vez de el... en aquella romántica historia de amor.

Nada ni nadie puede superar ese momento mágico en el que el autor se enrosca sobre si mismo y cohabita con el lector... le muestra literalmente el color de su alma y el lector... virgen y adolescente... se traga todo el sermón... y lo persigue hasta el ultimo rincón de su pensamiento hasta que una vez arrinconado... le extrae toda la cascada de emociones que... al fin es lo que el escritor busca.

No... transcribir literalmente la vida... no es el camino, es solo a través  de las emociones que... el escritor es capaz de conectar sinapticamente con el lector y así entre los dos dar a luz las obras.

Dios santo... a veces me doy cuenta de que las ideas fluyen dentro de mi sin parar, y que a la misma velocidad las escribo para... no perder ni uno solo de los matices que aparecen en mi mente.

De esta forma... empiezo una mañana de sábado que debía ser de sol y playa pero que se ha quedado en... intimista comunión entre vosotros que a menudo me leéis y yo... un mero relator de momentos que intenta transmitir mis emociones... a pelo... como siempre he hecho.

Feliz y soleado día para todos.

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