Para todos los que en algún momento de nuestras vidas hemos necesitado de su poesía, os voy a recordar un poquito de su obra, que poco o mucho, ha contribuido, a enriquecer mis sentimientos y moldear; como un maestro, mi caracter y como no... el de otros como yo.
A lo largo de su pródiga carrera, ha sabido conjugar todos los verbos, que han definido letras de un impagable tacto humano; desde la SAETA donde le canta AL CRISTO DE LOS GITANOS, a LA TIETA, donde retrata fielmente el sentir agridulce de la senectud vacia, hasta retratos paisajísticos que muy a menudo, te inundan de luz y color como MEDITERRANEO.
Desde su amado POBLE SEC , se dispara su inspiración en canciones de juventud, PARAULES DÁMOR, identifica fielmente la pasión y la ternura de los enamorados, en la que el más leve roce de la piel hace saltar lágrimas de emoción; TU NOMBRE ME SABE A HIERBA, hace sentirnos cómplices de ésas tardes de parques verdes y aguas cristalinas en las que la compañia del ser amado se haga más presente.
Fruto de esa generación de cantautores de los '60s, CHARLES AZNAVOUR, IVES MONTAND, SERRAT, se une a ellos en aquellos peregrinajes al PARIS del
TEATRO OLYMPIA, donde viajaban a entregarse a un público ávido de sentimientos. SALVATORE ADAMO es a FRANCIA lo que SERRAT ES A CATALUNYA Y ESPAÑA y JOAQUIN SABINA lo es a MADRID.
De esa forma han ido cubriendo los vacíos que ha ido creando la sociedad mientras iban adquiriendo madurez.
Estos cantautores, son la piedra sobre la que se ha ido construyendo la sensibilidad de muchas personas, los escuchamos y sentimos.
Me pregunto estas nuevas generaciones que no los conocen en qué cimentarán sus propios yo.
A las nuestras, los que nacimos en la década de los 50's, éllos con su lírica y capacidad de interpretar los sueños, nos han dado gruesos fundamentos.
Mi agradecimiento desde aquí, mi casa y mi alma.
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