Asusta pensar en el porqué todos acabamos allí, Las Ramblas y sus calles adyacentes desde Ferrán hasta Hospital, estaban ayer tarde así como los veis, a ojo de mi cámara de movil. Si visitas otras ciudades españolas, observas otro ritmo, otras cadencias, sus gentes están perfectamente repartidas. En Barcelona, o estás en el mogollón o simplemente no existes, el centro de Barcelona es así.
Los sociologos, se devanarán los sesos en explicaciones; pero para mi; profano en teorias sociales, que, simplemente me dejo llevar por la riada humana, asi lo hice. La manada me captó, me lleva; dejas la mente en blanco y vas caminando sin rumbo propio, les oyes hablar pero no escuchas lo que dicen, ves los indigentes, arrastrando su carrito del hipermercado atestado de bolsas, ropas y enseres y piensas...como es posible que sobrevivan en esta selva... músicos callejeros, entonando melodias de siempre...desde la Ronda San Pedro hasta la Plaza Urquinaona, aún se respira, pero al llegar a la Plaza de Catalunya, la riada de gentes aumenta, el ruido se hace ensordecedor, ves a gentes paradas esperando a algo o a alguien, hasta llegar a las Ramblas.
No hay dos sentidos de marcha como sería lógico, la derecha para bajar y la izquierda para subir, ahí la riada te absorve, te arrastra de nuevo, parones bruscos cada vez que uno de esos artistas callejeros, empieza su espectáculo, la pareja de cantantes de Tangos Argentinos, las estatuas inmoviles, la entrada del Mercado de La Boqueria, es un potentísimo imán de luz que atrae a la manada hacia sí.
En el último tramo de La Rambla, cerquita del museo de cera, hay infinidad de artistas del dibujo, que te hacen una caricatura por unos euros, todos, sin excepcion con las hojas listas en los caballetes....nadie sentado.
Un par de hileras de quioscos, de los más variados objetos a la venta, en ese tramo te invitan a mirar, las caras de hastío y aburrimiento de los tenderos, te indican que la manada no tiene ganas de gastar, depresión???...no lo sé, pero se respira un aire de fatalidad, creo que la prensa, ha inyectado tanto desánimo entre los Catalanes que éstos han blindado su ilusión, se han vacunado contra la gripe económica y apretado los dientes, nadie rie, nadie sueña, todos a una sueñan con que el Barça gane esta noche al Valladolid y así puedan dormir una noche mas el otro sueño, el de los otros españoles que si rien, salen y disfrutan de la vida.
Barcelona es bona si la bossa sona.
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