jueves, 27 de noviembre de 2008

RAFAEL DE LEÓN Y LA POESIA FAVORITA DE MI PADRE.

La encontré, y os la pongo para que la disfruteis, sabor de la España más austera, rígida y agreste, la de las ventas...los cortijos...las dehesas, ideal para aprendersela de memoria y dar la vara a las juventudes en las sobremesas...qué recuerdos. Sé que mis hermanas la recordarán con cariño y oirán su voz recitarla para que no se la lleve el olvido.

«Y me bendijo a mi mare;y me bendijo a mi mare.
Diez séntimos le di a un pobre y me bendijo a mi mare.
¡Ay! qué limosna tan chiquita,qué recompensa tan grande.¡Qué limosna tan chiquita,qué recompensa tan grande!»
¿A dónde vas tan deprisa sin desirme ni ¡con Dió!?
Me puedes mirá de frente,que estoy enterao de tó.
Me lo contaron ayer las lenguas de doble filo, que te casaste hase un mé y me quedé tan tranquilo.
Otro cualquiera en mi caso, se hubiera echao a llorá, yo, crusándome de brasos dije que me daba iguá.
Y ná de pegarme un tiro ni liarme a mardisiones ni apedrear con suspiros los vidrios de tus barcones.
¿Que t'has casao? ¡Buena suerte!Vive sien años contenta y a la hora de la muerte, Dios no te lo tenga en cuenta.
Que si al pie de los artares mi nombre se te borró,por la gloria de mi mare que no te guardo rencor.
Porque sin sé tu marío,ni tu novio, ni tu amante,yo fui quien más t'ha querío,con eso tengo bastante.

* * *—¿Qué tiene er niño, Malena? Anda como trastornao, tié la carilla de pena y el colorsillo quebrao.
Y ya no juega a la tropa, ni tira piedras al río, ni se destrosa la ropa subiéndose a coger níos.
¿No te parese a ti extraño, no ves una cosa rara que un chaval de dose años lleve tan triste la cara?
Mira que soy perro viejo y estás demasiao tranquila.
¿Quieres que te dé un consejo?Vigilia, mujé, ¡vigila!
Y fueron dos sentinela los ojitos de mi mare.
—Cuando sale de la escuela se va pa los olivare.
—Y ¿qué busca allí? —Una niña, tendrá el mismo tiempo que él.
José Migué, no le riñas, que está empesando a queré.
Mi pare ensendió un pitillo, se enteró bien de tu nombre, te regaló unos sarsillos y a mí...un pantalón de hombre.
Yo no te dije «te adoro»pero amarré en tu barcón mi laso de seda y oro de primera comunión.
Y tú, fina y orgullosa, me ofresiste en recompensa dos sintas color de rosa que engalanaban tus trensas.
—Voy a misa con mis primos.—Bueno, te veré en la hermita.Y qué serios nos pusimos al darte el agua bendita.
Mas luego en el campanario, cuando rompimos a hablar:
—Dise mi tita Rosario que la sigüeña es sagrá,
y el colorín, y la fuente,y las flores, y el rosío,
y aquel torito valiente que está bebiendo en el río;
y el bronse de esta campana, y el romero de los montes,
y aquella línea lejana que la llaman... ¡horisonte!
¡Todo es sagrao: tierra y sielo porque así lo quiso Dió!
¿Qué te gusta más? —Tu pelo.¡Qué bonito me salió!
—Pues, ¿y tu boca, y tus brasos, y tus manos reonditas,
y tus pies fingiendo el paso de las palomas suritas?
Con la puresa de un copo de nieve te comparé;
te revestí de piropos de la cabesa a los pié.
A la vuerta te hise un ramo de pitiminí, presioso
y a luego nos retratamos en las agüitas de un poso.
Y hablando de estas pamplinas que inventan las criaturas,
llegamos hasta tu esquina cogíos por la sintura.
Yo te pregunté: —¿En qué piensas? Tú dijiste:
—En darte un beso.Y yo sentí una vergüensa que me caló hasta los huesos. De noche, muertos de luna, nos vimos por la ventana.
—¡Chssss! Mi hermaniyo está en la cuna,
le estoy cantando la nana.
«Quítate de la esquina,chiquillo loco,que mi mare no quiere ni yo tampoco».
Y mientras que tú cantabas yo,
inosente me pensé que nos casaba la luna como a marío y mujé.
¡Pamplinas! ¡Figurasiones que se inventan los chavales!
Después la vida se impone: tanto tienes, tanto vales;
por eso, yo al enterarme que llevas un mes casá,
no dije que iba a matarme, sino que me daba iguá.
Mas como es rico tu dueño, te vendo esta profesía:
tú, por la noche, entre sueños soñarás que me querías,
y recordarás la tarde que mi boca te besó
y te llamarás «¡cobarde!»como te lo llamo yo.
Y verás, sueña que sueña,
que me morí siendo chico y se llevó la sigüeña mi corasón en su pico.
Pensarás: «no es sierto ná, yo sé que lo estoy soñando»;
pero allá en la madrugá te despertarás llorando,
por el que no es tu marío, ni tu novio, ni tu amante,
sino el que más te ha querío. Con eso tengo bastante.
Por lo demás, tó se orvía.
Verás cómo Dios te manda un hijo como una estrella;
avísame de seguía, me servirá de alegría cantarle la nana aquella:
«Quítate de la esquina,chiquillo loco, que mi mare no quiere ni yo tampoco».
Pensarás: «no es sierto ná, yo sé que lo estoy soñando».
Pero allá en la madrugá te despertarás llorando.
Porque sin sé tu marío, ni tu novio, ni tu amante,
yo soy... quien más t'ha querío...¡Con eso tengo bastante!

OOOOOOle ese arte yesa grasia...se me ponen los pelos como escarpias.

Ea...con Dió.

3 comentarios:

Ana Reyes dijo...

Ole, ole y ole.
Como diría un alemán: A TÍ TE PARIÓ TU MADRE!!!!!

ROSA MARIA QUINTANA DIEZ dijo...

que bueno ers hernano pero me la as quitado pues yo siempre me e acordado de esta poesia al papa le gustaba tanto y me parece que estoy escuchandola con su voz ronca y grabe que de pequeña nos asustaba te acuerdas de las muecas que hacia con la baca yo me asustava un monton

Anónimo dijo...

PAKORRILLOOOOOOO,
DE DONDE HAS SACADO ESTO TAN ESTUPENDO.
ME PARECIA ESCUCHAR A PAPA RECITANDOLO,COMO LE GUSTABAN LAS POESIAS DE SU TIERRA,ANDALACIA.
LO LLEVAVA EN LA SANGRE ,IGUAL QUE LO DEL "CANTE" .tu no recordaras li bien que cantaba.antes de quebrarse su voz.en esa ronquera perpetua que le acompaño hasta el fin de su vida.
yo recuerdo como si fuera hayer ,los cuentos tan hermosos que nos contaba a los tres ,cuando viviamos en las casa de la robla en valmaseda,bosotros herais mas pequeños y seguro que no lo recordais,
los doningos por la mañana ,estabamos deseando que se desperetasen, mama fuese a la cocina a preparar lo cuchiflitos y la leche con achicoria, papa pegaba un silvido de los suyos y los tres saliamos corriendo a meternos en la cama grande ,como deciamos ,bien pegaditos a el.
empezaba los cuentos ,que la mitad de ellos se los imbentaba sobre la marcha,y nosotros con la boca abierta escuchabamos en silencio hasta que mama .nos llamaba a la cuchiflitada.
bueno ya esta bien por hoy.
un beso de tu hermana que te quiere y siempre te ha querido

MARI(REME)